Background
Adaptar una novela al cómic no es sencillo. Se necesita confianza entre autor y dibujante, capacidad de síntesis literaria, seguridad creativa, y un proyecto editorial que lo ampare. Parece que todas estas premisas se han cumplido para la adaptación gráfica de “Las vidas ajenas” de José Ovejero que ganó el Premio Primavera de Novela en 2005. El resultado es esta atractiva novela gráfica que se lee en una tarde por su brevedad, pero también y no en menos medida, por lo entretenido de su propuesta. LEER MÁS

“Las Vidas Ajenas” narra una historia propia de novela negra, en la que temas como la explotación colonial europea, el racismo, las desigualdades sociales se mezclan con una trama de chantaje a un poderoso empresario que amasó parte de su fortuna con los denominados “diamantes de sangre”. José Ovejero quiso agitar esta coctelera que contenía realismo y ficción para proponernos una historia de acción y denuncia que logró enganchar a los lectores.

Luis Torregrosa nos propone en unas ilustraciones en blanco y negro en las que los detalles se difuminan y en las que predomina el primer plano, en una apuesta por afrontar la personalidad de los personajes desde sus rostros. La tipografía y el tamaño del cuerpo de letra, variable según los bocadillos, a veces dificultan la legibilidad, sobre todo cuando letra se hace más pequeña. Pero en general la planificación de viñetas es ágil y la lectura de la novela gráfica, bastante fluida. En este sentido es de reseñar la labor de Carmen Torregrosa en la elaboración del guión técnico, estructurado en breves capítulos en los que toman el protagonismo cada uno de los diferentes personajes a través de los cuales se nos va narrando la acción. Una planificación casi de “story board”, por utilizar un paralelismo cinematográfico que viene bien a esta propuesta en la que literatura, cómic y cine se dan la mano.

Daniel Vega

FICHA DEL LIBRO

Título: Las vidas ajenas | Autor: José Ovejero - Ilustrado por Luis Torregrosa | Editorial: Funambulista| Páginas: 115 | Precio : 16€ |
Hace apenas un mes que Beryl Bainbridge (GB 1932) recibió a título póstumo el premio Booker 2011 británico. Una lástima que tuvieran que esperar a verla morir para reconocerle su mérito por obras tan geniales como la que reseñamos hoy, La cena de los infieles, escrita en 1977 y en la que la autora parodia la infidelidad de su esposo que dio al traste con su segundo matrimonio. LEER MÁS

La apreciada por sus obras y criticada por sus opiniones escritora británica ha sido recuperada por la editorial Ático de los libros en toda su salsa, poniendo la carne en el asador (es decir, de cena) y disparando a todo lo que se mueve y cornea (es decir, a los infieles).
Cuenta este libro de humor ácido, hiriente y corrosivo con el recurso fácil de la estupidez masculina, refrendado en ocasiones por la la misma en el otro género. Edward, alter ego del corneador marido de la Bainbridge, resulta ser un afamado contable con una dulce esposa de juventud, mujer inteligente y audaz, capaz de participar tanto en actos sociales como políticos al margen de los quehaceres domésticos los cuales también domina. No satisfecho con esto nuestro personaje conoce a Binny, ni joven ni guapa ni flaca ni rica ni inteligente más bien suspicaz, engreída y barriobajera, pero de la que se enamora estúpidamente. Queriendo compensar sus devaneos amorosos de quince minutos, sin calcetines pero con reloj en mano para salir pitando para casa, propone organizar una velada junto con otro matrimonio cliente suyo.

Binny será la encargada de organizar el banquetillo en su propia casa, lo cual derivará en que conozcamos bien su desapego por la higiene, su pereza en la crianza de sus hijos y sus estrafalarias compañías.

Al final la cena comienza y discurre a trancas y barrancas hasta que unos ladrones huyendo de la policía deciden atrincherarse en casa de Binny tras los postres. Como comprenderán la situación si ya era una olla a presión antes ahora será insostenible y todos presentarán su verdadera cara ante los nuevos hechos.

Una misma situación en único lugar y una misma noche que dará mucho juego. Una obra sagaz y afiliada que se lee con deleite y se consume con fruición resultando imposible separarse de ella hasta terminarla. Un gran acierto de la editorial y un gran acierto para ustedes si deciden leerla.

Marc Canela

FICHA DEL LIBRO

Título: La cena de los infieles | Autor: Beryl Bainbridge | Editorial: Ático de los libros| Páginas: 240 | Precio : 18,50€ |
Rafael Reig (Asturias, 1963) es uno de esos escritores a los cuando conoces ya te interesa todo lo que escribe. Su talento para tomar una situación recrearla a la vez que la reinterpreta y se ríe de ella y con ella mientras contagia al respetable, es de una altura estética que hoy en día pocos escritores alcanzan.
“Todo está perdonado” (Tusquets, 2011), flamante obra ganadora del VI Premio Tusquets Editores de Novela, ha puesto como escenario central la historia reciente de España, proveyendo para los lectores una perspectiva fresca y distinta de cómo fueron las cosas y como hemos llegado hasta aquí. LEER MÁS

La investigación de la muerte de Laura Gamazo es un pretexto desde el que se arranca este recorrido por loas años de la dictadura y la “Inmaculada Transición” (tal como la llama el autor). Se transita por un Madrid con canales y un malecón, un Madrid que tiene en Atocha un puerto y en Cibeles, una isla. Una suerte de supresión de los escenarios comunes para evitar que el lector se despiste de lo principal: las tramas de esta ambiciosa novela.
Reig es un respondón ilustrado que desea entablar un debate con el lector, que sabe que lo que cuenta es condenadamente cierto, aunque en la cara un sonrisilla pícara se le escape y termine contagiándonos para llevarnos a su terreno y hacernos cosquillas en nuestras cuadradas cabezas. Tal y como hizo con la Literatura en “Manual de literatura para caníbales” (Debate, 2006), Rafael Reig se ríe de la solemnidad mientras nos ilustra.
Otro interesante objeto de ironización es la religión, el catolicismo romano. En el fondo de la muerte de Laurita Gamazo hay una línea de investigación que es seguida por los detectives que tratan de saber que pasó: la teológica. De allí que Carlos Clot (personaje que se merece su propio espacio novelístico) fuese a consultar a un pneumatólogo, un experto en el Espíritu Santo, gordísimo, y que contrasta la carne con el espíritu en una conversación maravillosamente divertida e inteligente.
La novela negra y el cine negro encuentran en “Todo está perdonado” un homenaje en términos de influencia en el escritor y eso se nota en muchas escenas entre los detectives y los matones con ribetes épico-paródicos que se convierten en grandes momentos de la novela. A ver si algún director d cine inteligente se atreve con esta obra.
El fútbol, y he aquí su gran acierto es junto a la religión la terminología que utiliza el autor para dar vida a su novela: son ambos temas, columna vertebral e intelectual de esta revisión de la historia reciente de España. Si se fijan en el índice, las partes de la novela están acotadas por estos términos. Comenzando con la fase eliminatoria de la Eurocopa (examen de conciencia) y ya saben cómo termino la cosa: victoria, penitencia. Busquen y lean.
Una excelente reflexión lúdico intelectual que les dejará con ganas de más. Grandes momentos estéticos, oscuras escenas de cama e intrigas unas tras otras, prometen acompañar a los que se atrevan con “Todo está perdonado”. Para los amantes del futbol también hay sitio, Reig es un “futbolisto”, ya saben que en literatura son más caras. Aquí se perdona todo, ya lo saben, menos que no lean a Rafa Reig: pecado mortal. Penalti y expulsión.

Pedro Crenes

FICHA DEL LIBRO

Título: Todo está perdonado | Autor: Rafael Reig | Editorial: Tusquets |Páginas: 376 | Precio : 19€ |

Resulta difícil crear un marco de circunstancias más adecuado para presentar la obra ganadora del Premio de novela Fernando Quiñones que el actual, tanto a nivel particular del país reflejado, Portugal, como a nivel mundial con las revueltas contra las dictaduras políticas en los países árabes. Los lusos barren precisamente las cenizas de abril de 74 que tantas expectativas generó, mientras esperan el rescate económico de la Unión Europea cerrando una etapa de casi cuarenta años. LEER MÁS


Mientras, los estados de mayoría musulmana se asoman a una primavera como la portuguesa con actos e imágenes calcados en algunos casos a los de aquel tiempo tanto en la actitud del pueblo como la del ejército.

Manuel Moya (1966, España) se corona como un exquisito narrador con esta obra. Anteriormente La mano en el fuego, Majarón o La tierra negra dejaron un buen sabor de boca entre lectores y crítica que se ve refrendado por la reconstrucción de los acontecimientos previos al abril portugués. Moya sabe cómo se debe contar la historia. Sabe que son los puntos de vista de la gente sencilla los que marcan el ritmo y ponen en marcha los acontecimientos. Por eso echa mano de cuatro personajes diferentes para trasladarnos a esa época.

El narrador en primera persona es un joven portugués prófugo para no hacer la mili quien viaja a París en busca de nuevos horizontes, sin dejar de mirar atrás a su Lisboa querida. Sophia, quien conocemos a poco de suicidarse en la actualidad pero que se presenta como el verdadero eje de la historia, criada en Angola, con el padre mutilado por un actor terrorista allá, pero cada vez más alejada del régimen de Salazar. Fernando es un compañero de su niñez colonial a quien redescubre en Lisboa convertido en un radical izquierdista que viaja de nuevo a África a combatir desde allí. Sophia mientras vuelve a estudiar en París donde contacta con el nuestro narrador.

El cuarto personaje es un inspector de policía, de Andrade, abogado reconvertido en antisubversivo con un historial colonial de espanto, al que el final del régimen le tiene contra las cuerdas.

Moya une, entrelaza y teje con esos cuatro hilos la historia de aquellos años en Portugal, con las conexiones coloniales y parisinas al uso, para crear un mural de lo que allí aconteció.

Una obra densa, calmada y bien construida que deleitará a todo tipo de lector, puesto que incluye buenas dosis de lo que muchos buscan en un libro, una buen argumento, una conmovedora historia, compromiso social e incluso grandes vetas de novela negra e intriga.

Un fiel relato del comienzo de la transición portuguesa que preparó al régimen de Franco para lo que se le avecinaba si tomaba otros derroteros. A buen seguro ese 25 de abril de 74 nos ahorró muchos disgustos a los españoles.

Merecido premio para una gran obra.

Pepe Rodríguez

Manuel Moya Escobar, escritor, traductor y crítico literario, nació en Fuenteheridos (Huelva) en 1960. Se define como un viajero incansable que en la actualidad reside en su pueblo natal y desde donde dinamiza la vida cultural de la comarca serrana, llevando adelante proyectos como la Asociación Literaria Huebra o la revista electrónica de literatura: Hwebra.
Manuel Moya nació en Fuenteheridos (Huelva) en 1960. Su primer libro de poesía La noche extranjera, data de 1994 y el último, Interior con islas (Ed. Pre-textos, Valencia, 2006). Entre medias una docena de publicaciones poéticas y dos antologías: Habitación con islas (1999), traducida íntegramente al francés (Ed.Harmattan, Perís, 2007) y al portugués (Ed. Palabra Ibérica, 2008) y la más reciente Años de servicio (A. L. Huebra, Zafra, 2006). Es autor de la novela La mano en el fuego (Ed. Calima, 2006) y de un par de libros de relatos (Regreso al tigre y La sombra del caimán) que han obtenido una muy buena acogida crítica. Ha sido premiado con G. Celaya, Ciudad de Las Palmas, Ciudad de Córdoba, Leonor o Fray Luis de León... Traducido al italiano, al inglés, al francés, al euskera, al portugués... e incluido en importantes estudios y antologías de la poesía española de los ́90, tanto en su labor de poeta como de narrador. Bajo el heterónimo de Violeta C. Rangel ha editado dos libros: La posesión del humo (Ed. Hiperión, 1997) y Cosecha roja, (Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2007) y bajo el de Umar Abass El sueño de Dakhla (Ed. Algaida, Sevilla, 2008). Ha traducido Libro del desasosiego de F. Pessoa (en prensa), así como a otros autores portugueses e italianos. Se ha ocupado críticamente de autores como Bergamín, M. Pizarro, Arcensio o Pérez Infante y co-dirigido el proyecto editorial La biblioteca de la huebra.


FICHA DEL LIBRO

Título: Las cenizas de abril | Autor: Manuel Moya | Editorial: Alianza Editorial |Páginas 496 | Precio 18,50€ |
De la profunda amistad entre dos mujeres, cultivada durante más de cinco décadas surge esta novela escrita por una de ellas, Elena Poniatowska, sobre la otra, la pintora surrealista Leonora Carrington. Una vida de mas de noventa años contada con toda la vitalidad que llevó a esta rica heredera a renunciar a todo para encontrar su camino propio consciente desde niña de su diferencia con los demás. LEER MÁS

Leonora era capaz de ver lo que otros no veían, de hablar con los animales, de transformar los objetos en seres vivos. Un ser libre que se pensaba única en su género pero que encontró en el surrealismo y en su amado Max Ernst su mundo soñado.

Cuántas aventuras surgidas de su amor y desamor, cuantos amigos Eluard, Dalí, Picasso, Duchamp, Breton, revistieron sus controversias y amoríos antes de la ocupación nazi de París. La desazón nerviosa que dio con sus huesos en el manicomio de Santander, del cual logró escapar para establecerse en Nueva York y desarrollar plenamente su arte y personalidad.

Todo esto contado por su joven compañera, la escritora mexicana Poniatowsa a quien la sola sonrisa de Leonora le basta como premio a su obra. Elena combina dos estilos en su forma de contar vidas, de biografiar en sus libros. Esas dos formar hallan en Leonora la plenitud de su estilo. Por una lado encontramos la narración periodística de hechos, lugares y situaciones, puntos de vista fríos y objetivos de lo acontecido, mientras por el otro lado las conversaciones entre los personajes revelan sus sentimientos, su mundo íntimo, dotado de gran sensibilidad y lleno de emotividad y calor. Esa combinación narrativa frío/calor, datos/sentidos permite vivir esta obra en dos niveles, el interesante documental mezclado con el melodrama de aventuras.

Sólo una exquisita autora como Poniatowska es capaz de hacer esto y triunfar en ambos estilos creando una obra culta con una atmósfera muy especial.

Acertado Premio Biblioteca Breve 2011 de Seix Barral

Pepe Rodríguez

Elena Poniatowsksa

Nació en París en 1932, pero con tan sólo nueve años se trasladó a México. Su carrera se inició en el ejercicio del periodismo. Por esta labor se le entregó en 1978 el Premio Nacional de Periodismo en México. Ha sido nombrada Doctor Honoris Causa por ocho universidades y galardonada con el Premio Nacional de Lingüística y Literatura en 2002. Entre sus novelas destacan: Lilus Kikus (1954), Hasta no verte Jesús mío (1969), Premio Mazatlán, La noche de Tlatelolco (1971), Premio Xavier Villaurrutia, Querido Diego, te abraza Quiela (1978), La Flor de Lis (1988), Tinísima (1992), Premio Mazatlán, La piel del cielo (2001), Premio Alfaguara, y El tren pasa primero (2007), Premio Rómulo Gallegos. También ha escrito cuentos, reunidos en De noche vienes (1979) y Tlapalería (2003), libros de entrevistas, ensayos y crónicas. Su obra ha sido traducida a más de una decena de idiomas y su trayectoria como periodista y escritora ha sido reconocida con múltiples premios nacionales e internacionales.


FICHA DEL LIBRO
Título: Leonora | Autor: Elena Poniatowska | Editorial: Seix Barral | Páginas: 512 | Precio : 21€ |
La edición que tenemos entre manos conjuga un texto principal de Comte-Sponville donde se reflexiona sobre Chardin y la naturaleza del arte, entre otras cosas, y otros tres textos más breves, de Diderot (1713-1784), los hermanos Goncourt (Edmond, 1822-1896 y Jules, 1830-1870) y Marcel Proust (1871-1922), cuyos textos versan sobre la obra del pintor francés del dieciocho. Asimismo, incluye en sus páginas centrales dieciséis reproducciones a todo color de escogidas pinturas del artista francés, así como un listado clasificatorio de las obras citadas en todo el libro. LEER MÁS

Alumno y amigo de Louis Althusser en la Escuela Normal de París, André Comte-Sponville (París, 1952) es filósofo materialista, racionalista y humanista; tras haber impartido conferencias en la Sorbona, la abandonó en 1998 para dedicarse exclusivamente a la escritura y a otras actividades. Epicuro, Montaigne y Spinoza son sus clásicos tutelares y entre los contemporáneos, Lévi-Strauss, Marcel Conche y Clément Rosset.
Jean Simeon Chardin nació el último año del siglo XVII, y murió antes de la Revolución Francesa, en 1779. Su biografía es bastante anodina y aburrida: hijo de un ebanista, progresó como pintor hasta ocupar diversos puestos en la Academia, recibiendo algunos encargos y compareciendo en los Salones cada año. Casado dos veces, la prematura muerte de su primera esposa y su hija ensombrecieron su vida, así como el suicidio de su hijo, que había empezado a preparar como pintor histórico. Su segundo matrimonio con una viuda rica elevó su posición social y le estabilizó económicamente para poder dedicarse a la pintura con completa tranquilidad, ya que en ningún momento pudo vivir de la venta de su obra.

El texto de Comte-Sponville parte de la biografía y el análisis de la obra chardiniana, pero inmediatamente se eleva a cuestiones filosóficas como el concepto de arte como imitación, las teorías platónica y aristotélica del arte, las relaciones entre verdad y realidad, la eternidad como expresión de la obra artística, etc., de lo que nos brinda jugosas digresiones y reflexiones interesantes. Chardin es un pintor reconocido pero poco conocido, según Comte-Sponville. Lo grandioso, lo sublime, lo heroico, las grandes escenas, no están hechas para él. Chardin viene del pueblo y nunca saldrá completamente de allí. Es un pintor de lo cotidiano, un pintor del silencio, en palabras de Pierre Rosemberg –gran experto en su obra-, junto a Vermeer y Corot. Se concentra en naturalezas muertas, magníficas, espléndidos bodegones, y en escenas domésticas de gente sencilla, del pueblo llano. Tiene, finalmente unos pocos pero magníficos retratos y autorretratos, al final de su vida.
Las escenas domésticas son de una delicadeza enorme, son escenas en las que los grupos de personajes se miran entre sí y hablan con sus miradas. No miran al público. O personajes absortos en el vacío, quietos, como si el tiempo se hubiese detenido para ellos. Nos habla su gesto sobrio, limitado, y la expresión de su mirada. Hablan los espacios donde el aire crea una perspectiva y un fondo, con gran sencillez de medios. Y lo que nos cuentan es la vida cotidiana de la gente sencilla, de la pequeña burguesía. El intimismo de su pintura va ligado a la representación mayoritaria de mujeres y niños. Uno de los rasgos pictóricos que distingue la obra de madurez de Chardin es el uso del blanco, así como el azul celeste (azul chardin) en breves toques, que el artista aplicaba incluso con sus dedos, como comenta Diderot.
Sin embargo, no es un pintor espectacular. A Chardin, dice Rosenberg, le costaba pintar. Pero es un pintor verdadero, un pintor de lo eterno, según Comte-Sponville, porque la eternidad está – y cita a Wittgenstein- en el presente. La eternidad es un niño que juega con una peonza. ¡Qué bello símil! En realidad, el niño, inmóvil, observa cómo la peonza se mueve.

El texto escogido de Diderot, sobre los Salones parisinos, apenas tiene ocho páginas. Escribe sobre los salones del 65 al 69, analizando las obras de Chardin allí expuestas, y contando algunas anécdotas. “Ante un Chardin nos detenemos instintivamente,-nos dice- como un viajero fatigado de su travesía que decidiera sentarse a descansar, casi sin darse cuenta, en el lugar que le ofrece un rincón verde, silencioso, con su arroyo, su sombra y su fresco”.
El ensayo de Proust, titulado Chardin y Rembrandt, es un brevísimo e inacabado texto de juventud, en el que apenas habla de Rembrandt y se refiere a la belleza de sus pinturas, a la intimidad que transmite: “todo es amistad aquí, como entre los seres y las cosas que viven con sencillez, desde hace mucho tiempo, juntos; tienen necesidad los unos de los otros, y asimismo disfrutan de los oscuros placeres de encontrase unos con otros.

Sin embargo, el ensayo de los hermanos Goncourt me parece el más centrado en el artista y a mi juicio, el más acertado en su acercamiento a este pintor. De su mano nos hacen ver cómo Chardin llega a la pintura, y cómo descubre el secreto de la mirada, hacia dónde ha de dirigirla, cómo una serie de hechos casuales le van encauzando vida y arte; nos cuentan una gran cantidad de detalles y anécdotas curiosas y explicativas del progreso de un artista lento, cuidadoso, sencillo y nada ambicioso, que procedía del pueblo y que nunca se separó de él. Chardin pinta temas domésticos, captados con la sencillez de lo verídico, en el descuido de las costumbres de la época y la intimidad de sus hábitos. A diferencia de la pintura atrevida y voluptuosa de los pintores en boga en el momento, Chardin evita las corrupciones del siglo. El ambiente de pureza que rodea a sus personajes, ese aroma honrado que se respira en sus interiores, es el reflejo de la propia vida del pintor y su familia, ajenos a la vida de despilfarro y perversión de la aristocracia y la alta burguesía dieciochesca.
Otro factor que destacan los Goncourt para que entendamos cómo este tipo de pintura tuvo una enorme difusión y publicidad entre un amplio espectro social es el grabado. Así como actualmente la difusión de una obra pictórica usa la fotografía, pero entonces la única vía múltiple para publicitar una obra pictórica era copiarla en grabados. Pues bien, de los cuadros de Chardin se hicieron múltiples grabados que se vendían muy baratos y eran, por tanto asequibles incluso a aquellos de la misma extracción social de la que el pintor procedía y que se reconocían en sus cuadros. Hasta la propia Catalina de Rusia se interesó por su obra. Sin embargo, sus cuadros nunca alcanzaron altos precios, y el pintor no pareció preocuparse por ello.
Subrayan, además, que Chardin pintaba en soledad, no gustaba de compañía mientras trabajaba; era un pintor que iba a tientas, lentamente, su trabajo era el resultado de un penoso esfuerzo y sus obras, un parto con dolor. No se ayudaba con dibujos ni bocetos: pintaba directamente desde el primer momento sobre el lienzo, siempre desde el natural. En sus últimos años abandonó el óleo por el pastel, realizando los mejores retratos de su vida.

Ariodante
Marzo 2011

FICHA DEL LIBRO


Título: Chardin o la materia afortunada | Autor: Andre Comte-Sponville | Editorial: NORTESUR |Páginas 248 | Precio 20€ |

Toda civilización a lo largo de la historia de la humanidad ha tenido su propia mitología. De un modo o de otro, los hombres, seres inferiores por puro complejo, han dispuesto en el imaginario colectivo unas divinidades que han facilitado el progreso del hombre en sí mismo. Sea por miedo o por celo, los hombres han terminando intentando parecerse a las divinidades y mitos que ellos mismos han creado. Tenemos ejemplos de sobra en la mitología clásica grecorromana y, más en nuestros días, en el ansia de engrandecerse de algunos poderes dictatoriales que se erigen en la figura de un líder único. LEER MÁS

La civilización occidental contemporánea no ha sido menos. Había que dotar a la gente de nuevos ídolos y nuevos valores que sirvieran para ser (o creerse) mejor que el adversario. Y en ese contexto nacieron los personajes que se analizan en Los superhéroes y la filosofía.
Todos los reconocemos y todos tenemos un favorito, aunque no lo creamos. Entre la amalgama de personajes embutidos en mallas, de colores más o menos vivos y nombres estrambóticos, con más o menos poderes, nacidos en Gotham City o en el planeta Krypton, tenemos ya digo que un favorito. Piensen por un momento cuáles fueron los primeros libros que leyeron en la infancia y posterior juventud, y seguramente muchos de ellos fueron cómics.

Si en el mundo había dos grandes bloques, el capitalista y el soviético, los superhéroes no podían ser menos: o eras de la casa Marvel o de la casa DC Cómics. Aunque para muchos fanáticos y estudiosos de este arte sea como preguntar si quieres más a papá o a mamá, todo el universo mitológico moderno se contiene ahí desde sus orígenes. Superman, los X-Men, Batman, Daredevil, Capitán América, Watchmen... son claros ejemplos de personajes que, pese a sus diferencias radicales, han moldeado en mayor o menor medida los valores de generaciones nacidas entre mediados del siglo XX y comienzos del XXI. Muchos críticos pueden decir que el cómic se trata de un género menor frente a la Literatura (así, en mayúsculas) filosófica o religiosa que ha sido la que tradicionalmente ha moldeado nuestras mentes. Pero no se puede estar de acuerdo. Los valores éticos y morales que han infundido nuestros héroes modernos en nuestras personalidades están marcados a sangre y fuego para siempre en nuestras vidas.

El porqué Spiderman se plantea constantemente el papel de su responsabilidad respecto a la sociedad, la necesidad de Superman de devolver a los humanos lo que estos le han dado (que no es más que otra cosa que el don de “ser normal”), si Daredevil sufría dudas de fe o el significado, en Watchmen, de esa frase que cierra el círculo: ¿quién vigila a los vigilantes? No sería muy descabellado pensar que Stan Lee, Kevin Smith, Frank Miller o Alan Moore son los filósofos modernos que nos han dotado de las nuevas creencias y a los que debemos estar (¿o no?) más que agradecidos.

Mi ídolo de juventud, aunque no tenga superpoderes, fue Corto Maltés, el antihéroe por excelencia. Y mejor no pregunten por el camino que he elegido en la vida...

Antonio. J. Juliá

FICHA DEL LIBRO

Título: Los Superhéroes y la Filosofía | Autor: VVAA | Editorial: Blackie Books| Páginas: 432 | Precio : 22€
En vísperas de reseñar el nuevo libro de James Ellroy no queríamos olvidarnos del que fue posiblemente el mejor libro de novela negra publicado en 2010, Sangre Vagabunda. Ellroy, quien se jacta de no leer libros de otros, ni siquiera mantenerse al tanto de las últimas noticias, ni tener móvil ni usar internet, sin embargo sí desea convertirse en el mejor novelista actual, sin etiquetas, no sólo del género negro, sino de todos. LEER MÁS

Sangre vagabunda completa su trilogía Americana iniciada con American Tabloid y Seis de los grandes. Anteriormente su LA Quartet compuesto por La dalia negra, El gran desierto, L. A. confidential y Jazz blanco le habían encumbrado como un gran autor de novela negra. La suma de ambos grupos hacen de él todo un referente y serio aspirante a ser el mejor novelista del género actualmente. Entre eso y serlo de todos los géneros hay una ligera diferencia que se propone cerrar con su nueva obra A la caza de la mujer.

Sangre Vagabunda cuenta con el voyeur detective Don Cruthcfield como protagonista. A lo largo de más de setecientas páginas tendrá que luchar con un mundo en continuo cambio que escapa de sus atribuciones y que hunde sus conexiones entre la convulsa política, el incipiente racismo, el avance de las drogas, y todos los negocios y crímenes que esos asuntos pueden ocasionar en una Norteamérica llena de conspiraciones y al borde del colapso.

El éxito de Ellroy es saber retratar toda la sociedad estadounidense en bloque, estamento tras estamento y un grupo social tras otro. Realmente Sangre vagabunda es más un libro de historia que una novela negra. La historia contada por sus protagonistas, decenas de ellos, reales y ficticios, quienes buscan su hueco en un futuro que a todos se les escapa entre los dedos.

Si lo ven en su librería habitual no lo pasen por alto, es una enciclopedia disfrazada de género negro.

Dentro de poco leerán nuestras opiniones sobre si su nueva obra sigue la la línea ascendente de Ellroy.

Marc Canela

FICHA DEL LIBRO

Título: Sangre Vagabunda | Autor: James Ellroy | Editorial: Ediciones B |Páginas 754 | Precio 25€ |
Hemon sigue viviendo su edad de oro literaria basándose en el mestizaje personal que le supuso ir a Chicago a pasar una temporada desde su Bosnia natal y tener que quedarse definitivamente allí debido a la guerra en Yugoslavia de los noventa. Lo que aparentemente para él suponía un desastre personal realmente fue la oportunidad de su vida. Es cierto que perdió su anterior existencia, pero como uno de sus personajes le dice a su alter ego en uno de los relatos “Nunca sabrás de qué te escapaste. Nunca sabrás la suerte que tienes”. LEER MÁS

Después de su exitosa obra El proyecto Lázaro, Hemon vuelve a exprimir el limón agrio del destierro, de la inmigración forzada para sacarle jugo a una vida personal que contada con un estilo cercano a Nabokov es capaz de transmitir ternura y compasión a través de sus personajes, juegos de espejos de sí mismo.

Dos son los nexos de unión con el escritor ruso, primero el surrealismo de sus historias, todas ellas chocantes, con ambientes sórdidos y underground, que precisamente siendo reales parecen más ficticias, y, en segundo lugar el hecho de triunfar en un idioma que no es el suyo nativo ya que Hemon escribe en inglés, a pesar de que a su llegada a Chicago en 1992 sólo lo chapurreaba.

Su primeras experiencias norteamericanas, malviviendo en habitaciones cutres, con gente extrañísima, vendiendo suscripciones de casa en casa, unidas a flashbacks de su niñez balcánica y sus mercenarias aventuras por África, conforman el esqueleto de este conjunto de relatos en el que abandona la búsqueda de su pasado, reniega de los que le ven un afortunado y muestra que tras la guerra que se saltó sin permiso, su vida brotó en el escalón siguiente de la desdicha.

Humor ácido, situaciones absurdas, y personajes estrambóticos son el sustento de esta nueva obra suya tan vital como la anterior, en la que se confiesa como un producto norteamericano manufacturado en la extinta Yugoslavia.

El Limonero - cÍtrico literario

FICHA DEL LIBRO


Título: Amor y obstáculos | Autor: Aleksandar Hemon | Editorial: Duomo Ediciones | Páginas 240 | Precio 18€ |
Al lector (del prólogo del autor)

Es este un libro sobre la Primera Guerra Mundial. No es, sin embargo, un libro sobre qué fue esa guerra —es decir, sobre sus causas, su progreso, su final y sus consecuencias—, sino un libro sobre cómo fue. Lo que el lector encontrará aquí no son tanto factores como personas, no tanto procesos como impresiones, vivencias y estados de ánimo. Lo que he intentado reconstruir, más que el curso de unos acontecimientos, es un universo emocional. LEER MÁS

El lector seguirá de cerca a veinte individuos, personajes reales todos, por supuesto (no hay en este libro nada ficticio, su contenido se basa en los documentos de diversa índole que dichas personas dejaron), rescatados del anonimato o del olvido, situados en las capas más bajas de la jerarquía. Y aunque en la conciencia colectiva la Primera Guerra Mundial haya pasado a convertirse —no sin razón— en sinónimo del barro de las trincheras del frente occidental, muchos de estos protagonistas se hallan en otros campos de batalla, como son el frente oriental, los Alpes, los Balcanes, África del Este o Mesopotamia. Mayoritariamente se trata de gente muy joven, hombres y mujeres de unos veinte años nada más.

De esta veintena de personajes dos caerán en combate, dos serán tomados prisioneros, dos se convertirán en héroes homenajeados y dos acabarán siendo, físicamente, unas piltrafas. Varios de ellos reciben la guerra con los brazos abiertos pero aprenden a aborrecerla; algunos la aborrecen desde el primer día; otro la ama de principio a fin. Uno de ellos perderá literalmente la razón y dará con sus huesos en un hospital psiquiátrico; otro no llegará a oír ni un solo disparo. Y así sucesivamente. Pese a todas las diferencias en cuanto a destino, roles, sexo y nacionalidad les une el hecho de que a cada uno de ellos la guerra les robó algo: la juventud, las ilusiones, la esperanza, la humanidad; la vida.

La mayor parte de estas veinte personas vivirán experiencias dramáticas y atroces; sin embargo, lo que se pretende enfocar es el lado cotidiano de la guerra. En cierto modo este texto es un pedazo de antihistoria: lo que he querido es reencauzar a sus elementos más atómicos e ínfimos —es decir, al individuo y sus vivencias—un acontecimiento que, se mire por donde se mire, hizo época. Tal vez, en alguna otra parte, hable un día el escepticismo lleno de melancolía que me infunde esta mi profesión de historiador, cuyo impulso ha dado origen a dicha estrategia narrativa.

RESEÑA

Con un tono grave y una multitud de personajes de todos los países, edades y antecedentes Peter Englund ha creado a imagen de semejanza de Vida y Destino de Grossman un fresco (ahora) de la Primera Guerra Mundial. Es cierto que ni el estuvo allí, ni sus ideales lo movieron a escribir, no obstante, el resultado para el lector es muy parecido, nos permite ver los entresijos de la historia desde la perspectiva del observador, de las personas de a pie que esperanzados, anhelantes, indiferentes, temerosos o llenos de miedo se enfrentaron a una situación que no provocaron y que fueron incapaces de asumir (nadie es capaz de asumir la guerra).

Englund nos permite ver las diferencias entre esas personas de hace un siglo y nosotros. Nuestros abuelos y bisabuelos que protagonizaron esos años tenían una forma de pensar y vivir difícil de entender hoy día, por eso, es vital para la comprensión de la historia del siglo pasado ponernos en su piel y en sus botas para atisbar al menos lo sufrido en aquellos terribles tiempos.

“La primavera y el verano de 1914 se caracterizaron, en Europa, por una tranquilidad excepcional”, escribió el estadista británico Winston Churchill. La gente por lo general era optimista en cuanto al futuro. “El mundo de 1914 estaba lleno de esperanza y promesa”. Sin embargo todo cambió dando comienzo a una era en la que todavía vivimos y que pese a ser tan modernos no dista ni un siglo, quizá sólo una larga generación con nosotros.
Sin duda La belleza y el dolor de la batalla es el mejor libro de historia (con minúsculas) sobre esos días críticos después de los cuales murió toda esperanza de lograr un mundo en paz.

Pepe Rodríguez

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FICHA DEL LIBRO


Título: La belleza y el dolor de la batalla | Autor: Peter Englund | Editorial: Roca | Páginas: 768 | Precio : 24€
Día Mundial de la Poesía
No me recuerdo leyendo a Luis Alberto de Cuenca. Reconozco que era uno de esos nombres que me inspiraban una mezcla de respeto y miedo. Alejado de las modas y las corrientes, de Cuenca viene a ser a las letras como Julio Iglesias a la música, a muchos les causa rechazo, pero hay que ponerles en un altar por lo que han conseguido a lo largo de su carrera. Y porque sus letras encierran vida y costumbre. En una cultura como la nuestra, lo difícil no es llegar (hoy está casi regalado), sino mantenerse. Más de cuarenta años, ya es para premio. LEER MÁS

El reino blanco encierra el trabajo de tres años de investigación poética, de calle y lecturas. Con una lírica de manual y los elementos propios del autor, la poesía se desarrolla como el viaje a ninguna parte que debe contener todo buen libro. Su lectura invita a la relectura y al estudio de las composiciones, a rebuscar en las bibliotecas de los clásicos y los manuales de escritura. El verso libre es un regalo que hay que saber utilizarlo cuando se han dominado haikus, seguidillas y noches en vela.

No voy a escribir aquí ni un solo verso del libro. Anímense y busquen entre sus páginas los secretos de este Reino blanco. Van a descubrir palabras de la sabiduría de quien dispone una biblioteca como la de Luis Alberto de Cuenca. Y la gracia de cómo va desentramando sus paseos, sus sueños, los amigos que desfilan y la ardiente (que no burda) sexualidad.

Lo siento, me confieso. He llegado tarde al poeta por cierto prejuicio o falta de estímulo. Es un error de esos que deberían dar vergüenza, y acepto toda crítica. Pero ahora, si me dejan, voy a volver a él bastante a menudo. A purificarme, como el agua de la lluvia que por fin nos llega.

Tarde pero bienvenida.

Antonio J. Julia

FICHA DEL LIBRO

Título: El reino blanco | Autor: Luis Alberto de Cuenca | Editorial: Visor | Páginas 174 | Precio 20€ |
Ian McEwan (GB, 1948) es uno de los escritores británicos más destacados de su generación, la de los ochenta, en la que podemos resaltar también a Amis, Rushdie o Barnes. Quizá fue el último de ellos en alcanzar la popularidad, pero una vez obtenida no sólo no la ha perdido sino que ha seguido convenciendo poco a poco a más lectores dentro y fuera de Reino Unido. Por ejemplo, Expiación consiguió vender más de dos millones de copias y su versión cinematográfica fue todo un éxito. A nivel local resaltaremos que Chesil Beach fue declarado Mejor Libro del año por Babelia en 2009. LEER MÁS


¿Qué tiene Solar de especial? Deberíamos dar la vuelta a la pregunta y cuestionarnos qué le falta puesto que acabaremos antes: Le falta algo de ritmo en su segunda parte. Y nada más.

Hablemos de sus virtudes. Primera, trata un tema de radiante actualidad (escribo radiante en cursiva ya estamos inmersos en plena crisis de Fukushima, lo cual hace aún más actual Solar), el calentamiento global y la búsqueda de energías alternativas, limpias y renovables. Segunda, lo hace con muy buen humor. Incluso hay pasajes delirantes como es el viaje al Polo Norte (origen del libro por experiencia de autor) o la escena de la bolsa de patatas fritas y la ‘asalmonada’ conferencia posterior. Tercera, sabe explotar el mejor recurso actual, a saber, la estupidez del género masculino, pero hábilmente la sitúa en un Premio Nobel de Física, es decir, une intrínsecamente dicha imbecilidad a todos los hombres y pone de ejemplo a uno de los más inteligentes. Cuarta, tiene ritmo, mucho ritmo. Al dividir el libro en tres partes, 2000, 2005 y 2009 nos ahorra la farragosa búsqueda de la coherencia a lo largo de una década sustituyéndola por la política de hechos consumados. Como detalle podemos decir que sólo acabando el libro es cuando sabemos la historia del protagonista, antes sólo nos hubiera dormido, pero después de trescientas páginas con él nos la tragamos sin rechistar. Quinta, destila gotas de todo lo bueno de la literatura, hay poesía, amor, novela negra, buenas dosis de intriga (sobre todo el apabullante final), compromiso social, información, política, muerte, impostura etc. Y aquí lo dejo.

La trama no es complicada, trata de un Físico reputado que lleva veinte años viviendo de las rentas, casándose y divorciándose, consiguiendo empleos más bien honoríficos, al que las circunstancias le empujan por primera vez contra la pared obligándole a actuar. Puesto que la mentira, el robo y el fraude son más cómodos que la verdad, el trabajo y la violencia, las decisiones elegidas por su pereza, su barriga, su pene y su ego (creo que he redundado bastante siendo un hombre) marcarán los próximos diez años confluyendo en una única escena final a la que podemos llamar ‘hecatombe’.

Si quieren saber más lean la nota editorial de la contratapa y deléitense con el primer capítulo. Téngalo claro, hoy por hoy McEwan es el mejor.

Marc Canela

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FICHA DEL LIBRO

Título: Solar | Autor: Ian McEwan | Editorial: Anagrama | Páginas 360 | Precio 19,50€
Queridas lectoras (72%), queridos lectores (26%) GRACIAS por compartir este espacio y... no se olviden: más vale leer un libro que mil reseñas.

El mismo río es una obra compleja, densa, no tanto por su contenido u organización como por el marco de circunstancias en el que su autor lo coloca. Pese a haber sido publicada en 2007 tiene toda la oscuridad de la época postestalinista en la que se basa y mantiene la ausencia de explicaciones que un occidental reclamaría para digerirla plenamente. LEER MÁS

Dos son las tramas a tomar en cuenta, por un lado el control comunista y del KGB sobre los artículos y publicaciones cuyo resultado marcará el destino del protagonista, y por otro lado la propia vida del personaje -alter ego del propio autor- y de su maestro, un afamado poeta con cuyo entierro comienza la obra. Sus relaciones con la mujeres o su ausencia son la chispa sobre la que bascula todo lo anterior y que tiene como contrapunto culto las digresiones poéticas que se traen protagonista y maestro las cuales convierten partes de este libro en una documental obra erudita.

Después de contarles esto es más fácil entender porqué calificamos este texto como denso y complejo. Sin embargo, ni el lenguaje ni las situaciones y escenas son complicadas en absoluto. Todo parece perfectamente lógico y bien enlazado pero nuestro desapego de las circunstancias estonias en aquel tiempo pueden tender a confundirnos.

Por tanto El mismo río constituye una exquisita y cultivada opción de literatura que demuestra que el derrumbe soviético sigue dejando magníficos ejemplos de escritores capaces de sacar punta del mismo en cualquier parte de la línea del tiempo dejándonos un buen sabor de boca.

La interesante y novelada vida del propio Kaplinski supone un claro ejemplo de lo que un gran poeta es capaz de hacer a la hora de escribir ficción.

El Limonero - cÍtrico literario

FICHA DEL LIBRO

Título: El mismo río | Autor: Jaan Kaplinski | Editorial: Escalera | Páginas 400 | Precio 23€

















Siruela, El Placer de la Lectura y Fnac.es os proponen un concurso basado en este nuevo libro.

Os presentamos un concurso basado en Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea.

Se otorgarán tres premios:

PRIMER PREMIO: El nuevo libro + 1 Cheque regalo Fnac de 50€

SEGUNDO PREMIO y TERCER PREMIO El nuevo libro


LAS TRES COPIAS ESTARÁN FIRMADAS POR LA AUTORA

La mecánica del concurso es la siguiente:

Se trata de acertar tres preguntas basadas en esta obra. Cada pregunta guarda relación con un medio de difusión del mismo cuyo enlace se adjunta. Para ello será necesario leerlos y visuali zarlos para hallar las respuestas correctas.

Deberás anotar cada respuesta para enviarlas en el correo final juntas.

A continuación adjuntamos las bases del concurso

1. La participación en este concurso es gratuita. El concurso se dirige exclusivamente a las personas mayores de edad residentes en España.

2. El objetivo del concurso es promocionar la lectura de este nuevo libro.

3. El concurso consta de tres preguntas sobre el libro cuya respuesta se halla en los enlaces que publicamos y que todos sus lectores podrán localizar.

4. El plazo del concurso será del 17 de Marzo de 2011 hasta el 04 de Abril de 2011

5. Los premios serán los indicados arriba

6. Se considerará ganador al concursante que haya acertado las tres preguntas o en su defecto el máximo número de las mismas. Se otorgará el segundo premio y el tercero a quienes correlativamente hayan acertado el máximo número de preguntas después del ganador. En caso de ser varios los concursantes que acierten el máximo número de preguntas se realizará un sorteo entre ellos para elegir los ganadores de los tres premios.

7.- Las tres respuestas se enviarán por email a info@dcomunicacion.com . Sólo a los tres ganadores se les pedirá por email sus datos postales para enviarles el premio ganado, no obteniendo ningún dato personal de los demás concursantes.

8.- Los ganadores serán publicados el día 5 de Abril de 2011 tanto en la web www.elplacerdelalectura.com como en nuestro facebook y en del propio libro.


9.- La participación en el concurso supone la aceptación de estas bases.

¿Dispuesto ya?

PREGUNTAS

1) Basada en el fragmento. Respuesta que da Jamie a su hermana Jas cuando señalando la urna de encima de la chimenea le dice que Rose estaba allí:

Lee el fragmento aquí

2) Basada en el booktrailer. Nombre del personaje que dibuja Jamie

Ve el booktrailer aquí

3) Basada en el folleto promocional. Título del próximo libro de la autora

Descarga el folleto aquí

Suerte a tod@s con el concurso


Leer a Thomas Pynchon resulta ser una aventura literaria especial. Es tan difícil de encasillar que bien podría decirse de él que forma parte de su género propio. Después de su genial Vineland y su estratosférico Contraluz ahora Tusquets nos ofrece su obra aparentemente más convencional, Vicio propio, en la que hasta el título es ambiguo, puesto que proviene de los defectos inherentes de la mercancía que se transporta por vía marítima y se deteriora per se, pero bien podría aplicarse al fumeta protagonista del mismo Doc Sportello y sus vicios propios como su afición por las drogas. LEER MÁS

¿Podría ser Vicio propio el libro más accesible de Pynchon? Quizá sí, hay quien lo califica como el bestseller del neoyorquino, dentro de lo contradictorio que es unir en la misma frase dos conceptos tan alejados entre sí como Pynchon y bestseller. Lo único seguro en él es su carácter brumoso, inconcreto y ajeno a lo normal, incluso en un libro que cualquier biblioteca ubicaría en novela Negra, pero que no siendo exactamente eso, es mucho más.

El final de los sesenta y principio de los setenta, décadas fetiche de Pynchon, se presentan ahora desde la ciudad de Los Ángeles (es increíble la ubicuidad de este hombre que parece que ha vivido en cien sitios a la vez) y desde la perspectiva de un investigador de tres al cuarto que está más tiempo fumado que sobrio pero que cuando está despierto lo está mucho más que los que le rodean. El día que una antigua novieta le pide ayuda puesto que a su actual pagafacturas le quieren hacer daño, Doc Sportello no sospecha en la que está metiendo. Poco después la chica y el magnate desaparecen y entre un mal viaje y otro Doc despierta en medio el ojo del huracán. Casualmente o no otros casos suyos confluyen con el primero creando una amalgama que Pynchon con su peculiar afición por las escenas extrañas y los diálogos superfluos no parece querer desliar. Incluso da la sensación de que andamos colocados cuando leemos algunos pasajes.

Policías de LA, FBI, dentistas asesinos, saxofonistas muertos y resucitados se unen a una arcaica internet y a un sistema de correos copiado de su anterior obra La subasta del lote 49 para dar una vez más la impresión de lo inasible y especial que es la literatura versus Pynchon.

Camaleónico autor que podría ser el mejor novelista del mundo. Quizás lo sea, pero por ahora no muchos se lo reconocerán. Eso es bueno, sabemos tan poco de él que saber que es el mejor posiblemente rompería la frágil burbuja de su literatura.

Marc Canela

FICHA DEL LIBRO

Título: Vicio propio | Autor: Thomas Pynchon | Editorial: Tusquets |Páginas: 420 | Precio : 22€ |